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Viaje inconcluso

F. Kafka, F. Khalo y cosas por arreglar de Camila Fadda



CAMILA FADDA GACITÚA

Santiago, Chile, 1969. Cursó estudios de traducción y literatura en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Diplomada en gestión cultural por la Universidad de Chile. Su poesía se ha publicado en revistas literarias y diversas antologías tanto dentro como fuera de Chile. Ha obtenido premios y menciones en concursos literarios nacionales e internacionales. En 2013 publica Cauce (JC Sáez Editor). Ha participado en clínicas, talleres y eventos de fomento a la traducción literaria en Argentina, Colombia y México. En 2019 es becaria de la Casa de Traductores Looren, Suiza, para traducir a la poeta premio nacional Leta Semadeni. Su poemario Mover el agua, publicado en agosto de 2019 por la Editorial Los Perros Románticos, recibe el premio a mejor obra poética de ese año, reconocimiento que otorga el Círculo de Críticos de Arte de Chile.

Los siguientes poemas pertenecen a Trama y textura, libro de próxima aparición.



1.

Ella tiene ganas de tener ganas pero

la intención es confusa y se desmorona.

Cuando tiene ganas de salir quiere

llegar a su casa estar con su perro

porque salir queda lejos y la agota.

Cuando tiene ganas de no ir a trabajar quiere

llegar a su casa estar con su perro

porque en su mente ya salió a trabajar

ya estuvo con demasiada gente

y demasiada gente la agota.

Cuando tiene ganas de estar en algún lugar

se imagina riendo en ese lugar pero

el mejor lugar es en su casa junto al perro

donde no necesita ser adecuada.

Cuando tiene que salir de viaje quiere

llegar a su casa estar con su perro

porque antes de hacer la maleta estuvo

sentada en un avión ansiosa

lejos de su casa sintiéndose ajena

perteneciendo a un conjunto vacío.

Sentada en su cama tiene

el espasmo de la arcada en la boca

y ganas haber vuelto

de cualquier lugar.



2.

Cosas por arreglar:

pegar la patita del pájaro acrílico

que vino de Lugano

zurcir la cortina del baño

abonar la tierra del magnolio

pegar el guardapolvo

repintar los adornos del jardín

volver a clavar el clavo en la pared

colgar por fin el cuadro

cambiar la ampolleta de la entrada

lavar las cortinas de macramé

podar las ramas del ficus

desempolvar donde no alcanzo

cambiar la membrana del tapón

del corazón

y así

irme arreglando



3.

En una tarde como ésta

tú habrías venido

o yo ido.

No queda lejos

Valladolid de Calatayud

el barrio se encargó

de tenernos cerca

pero no vendrás

ni iré.

Tú habrías traído aceitunas

las de siempre

yo hubiera abierto el vino

el que te gusta pero

no las traerás

ni lo abriré.

Al llegar me habrías dicho

“hola pos flaca”

pero no lo dirás

no esta tarde al menos.

Yo te haría escuchar

a Jesca Hoop

tú habrías salido

con una de las tuyas

esas que te gusta bailar o dedicar

pero no escucharemos a Hoop

ni bailarás.

Tú me habrías contado tus andanzas

yo te hubiera pedido consejos.

Habríamos reído hasta llorar

porque reír nos salva

pero nada de eso

va a pasar esta tarde

porque no podemos reír

porque no nos salvamos

esta tarde

que insiste en esperarte.



4.

En este oscuro recoveco

aquí justo aquí hay

una palabra agazapada

esperando poder irse

en un aliento mío



5.

En el comienzo el cuerpo blando amoldaba sus contornos a oscuros y tibios humedales que a su vez acunaron los huesos sin densidad y sin memoria. Uno solo fue el pulso que marcaba el amable destiempo en el continente.


Desatado el espasmo con su oleaje los músculos sin domesticar repiten una danza antigua bajo el agua pero en la luz dolió lo que faltaba y el instinto ordenó aferrarse.


En el amplio descontorno de lo real ya no había cavidad más que la boca vacía.



6.

Al terminar su quehacer en la flor el abejorro no supo dónde ir. No encontró con qué rimar.



7.

De niña siempre jugué sola

incluso cuando jugué con mi hermana

jugué sola

jugué por ejemplo a las damas

tan blancas tan negras tan drásticas

en mi jugada no hubo estrategia

y quedé expuesta como blanco

pan sobre la mesa a la hora de almuerzo

luego cambié de posición

me puse del otro lado frente a mí

quise ganarme demoré un momento

así pensaría que pensaba

moví una ficha

me moví

y yo y yo

perdimos



8.

Franz y Frida

es él es ella

cualquier él

cualquier ella

ellos

ellas


Kafka y Kahlo

en una misma galería de un mismo castillo

el mismo origen el mismo afán

pueden hablar el mismo idioma

y lo hacen cada uno en el propio

ella se apuntaló los huesos

él se volvió invertebrado


Franz Kafka y Frida Kahlo

están rotos

y padecen laberintos

han quemado sus cartas de amor

han quemado sus cartas de amor


Franz Kahlo y Frida Kafka

en el castillo de Coyoacán

en la casa azul de Bohemia

bailan

la llorona de Bedrich Smetana

die Moldau de Chavela Vargas

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